CÁRCEL DE PREDICADORES.
En la antaño denominada calle de la Democracia se levanta un magnífico palacio barroco, que en su día es propiedad de los duques de Villahermosa.
En 1759 la Inquisición abandona las dependencias que tiene en el Castillo de la Aljafería para reubicarse en el caserón de los duques. Allí permanece hasta 1820.
Al año siguiente los poderes públicos adoptan el acuerdo de instalar en ese espacio las Cárceles Nacionales. Las obras se demoran, iniciándose en 1841 y concluyendo en 1842.
En el interín, en 1834, el edificio disfruta de la presencia de una notable inquilina, la Madre Rafols, que de heroina de la guerra de la Independencia pasa a ser considerada colaboradora de los carlistas y cómplice de una conspiración contra la regente María Cristina de Borbón. Apenas permanece en prisión dos meses, pero es condenada al destierro.
En 1873 los Juzgados de Zaragoza se incorporan al edificio, compartiendo espacio reos y magistrados.
Con la inauguración de la cárcel de Torrero en 1928 se plantea el desmantelamiento de la de Predicadores.
El estallido de la guerra civil, con el subsiguiente encarcelamiento de un gran número de republicanos, sindicalistas y militantes de izquierda, satura la nueva prisión, utilizándose como desahogo la de Predicadores, que acoje a las denominadas presas políticas.
En abril de 1939 se materializa el traslado e ingresan con sus hijos pequeños en el nuevo espacio.
Hasta 1955 es penal de mujeres. El 22 de noviembre de ese año, el director de la prisión materializa el cierre definitivo del centro haciendo entrega de las llaves al alcalde de la ciudad, Luís Gómez Laguna.
Las viejas celdas son hoy aulas en las que estudian los alumnos del Centro Público Santo Domingo.
CÁRCEL DE SAN JOSÉ.
En 1594 se inaugura el Real Convento de San José de los Carmelitas Descalzos.
Se ubica extramuros de la ciudad en la margen derecha del río Huerva. El nombre del convento termina siéndole asignado al que hoy conocemos como barrio de San José.
Ocupan los monjes del Carmelo una amplia extensión de terreno que convierten en una feraz huerta merced a la generosidad de las aguas que discurren por él.
Un lugar perfecto en el que conciliar el trabajo y la meditación.
En 1808 el convento es objeto de los ataques del invasor francés, quedando prácticamente destruido.
Reconstruido en 1814, pasa a manos del Estado en 1835 a causa de las políticas de desamortización que emprenden los sucesivos gobiernos liberales.
El inmueble es transformado en presidio estatal hasta el año 1900. Durante ese periodo es conocido como Penal de San José.
En 1907 el ejército asume la titularidad reutilizándolo como cuartel.
Cumple esa función hasta que en los años setenta del siglo XX el ayuntamiento adquiere la propiedad del mismo.
Tras derribar el inmueble se acomete la prolongación del camino de las Torres.
En unas catas arqueológicas realizadas durante el invierno de 2025 se han localizado restos de la cimentación del desaparecido convento y 25 enterramientos islámicos del siglo X.
FUENTES.
GRABADOS.
- Vista del convento de San José incendiado por los franceses. 1812. Juan Gálvez y Fernando Brambila.
FOTOGRÁFICAS.
- Patio y sala del penal de Predicadores. Revista Mundo Gráfico. 22 de febrero de 1933. Hemeroteca Digital. BNE.
- Prisioneros procedentes del frente de Aragón en el patio de armas de la AGM. Campúa. BDH.
- Prisioneros de la cárcel de Torrero. 1940. Gerardo Sancho Ramos. AMZ.
- Cuartel de San José. 1971. Gerardo Sancho Ramos. AMZ.
- Antiguo penal de San José. Antonio Royo Villanova. AMZ.
- Convento de San José. 1860. Imagen extraida del libro "Primeros tiempos de la fotografía en Zaragoza". Cajalon.
RESTO DE VÍDEOS Y FOTOGRAFÍAS.
Mario Maganto Berdejo.
EL RESTO DE IMÁGENES HAN SIDO CREADAS CON INTELIGENCIA ARTIFICIAL.
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