Zaragoza inicia la década de los años sesenta del siglo pasado con una población de poco más de 325.000 habitantes.
En los diez años siguientes llegan a la capital del Ebro gentes del entorno rural aragonés, de Soria, de Andalucia o de Extremadura.
En 1970 la ciudad alcanza la cifra de 480.000 habitantes, experimentando un crecimiento del 47 por 100 en apenas diez años.
La necesidad de acoger a tal aluvión de personas provoca el boom de la construcción. Se produce un desigual desarrollo urbanístico, en el que coexisten las chabolas que se levantan en los barrios de la Paz, Oliver o Valdefierro, con el ordenado crecimiento de la Romareda.
Se impulsa el desarrollo industrial con la creación de polígonos como los de Cogullada y Malpica.
Y la construcción del puente de Santiago anticipa el futuro crecimiento de la ciudad hacia el norte.
Los zaragozanos destinan la mayor renta disponible a adquirir vivienda en propiedad y a actividades lúdicas como el fútbol, los toros o el cine.
Las nuevas generaciones apenas se sienten identificadas con las estructuras sociales vigentes, caminando ambas por caminos paralelos.
El aire fresco del mundo exterior llega fundamentalmente a través del levante español, donde el turista nacional descubre con asombro y admiración otros modos de vida más liberales y desinhibidos.
En Zaragoza, los soldados de la Base Americana también aportan esos nuevos vientos de modernidad, con aroma a chicle y tabaco rubio.
Son gente con solvencia económica, que se desplazan en enormes vehículos de diseño deportivo y escuchan rompedora música anglosajona a cuyos vinilos acceden algunos zaragozanos.
Otros, sintonizan la American Forces Network, la emisora yanqui que emite desde el valle del Ebro, por vez primera en España, en frecuencia modulada.
José Luís Cano, un joven que trabaja de camarero en la Base Americana, bebe con fruición los ritmos llegados de Estados Unidos. Conocido artísticamente como Rocky Kan, es uno de los pioneros del Rock and roll español.
Cientos de bandas, como Grupo 70, los Guayanes, los Gritos, los Kiowas, los Ponys, los Sarakostas, los Bucaneros, los Rocas Negras o los Diamantes siguen la estela trazada por Cano.
Dan a conocer su música convocando a los jóvenes en las multitudinarias matinales que se realizan en locales como el cine Madrid o el cine Pax.
En aquellos años, una banda zaragozana, no precisamente de rock, adquiere relevancia a nivel nacional.
Se trata de los Cheyennes, una de las tribus urbanas locales nacida en la segunda mitad de los sesenta, que destaca por su afición a provocar peleas en espacios públicos en los que se concentra la juventud, como pabellones de baile o discotecas.
Entre sus miembros rige un estricto código interno en el que se administran castigos corporales a los que lo violentan.
Su punto de encuentro es el bar Virginia, de donde se trasladan a una casa de planta única, ubicada en el número 13 de la calle Nuestra Señora de Begoña, en las Delicias.
Tras pagar 30 pesetas, chavales y chavalas de toda condición acceden a las fiestas clandestinas que allí se celebran los domingos por la tarde.
Se cuenta que al entrar, las muchachas van depositando sus bragas en una champanera dejando en manos del azar su próximo encuentro sexual.
En el interior, ténues luces rojas apenas iluminan los destartalados sofás, las desconchadas paredes y las frágiles puertas paneladas que dan acceso a diminutas habitaciones con mugrientos colchones como único mobiliario.
No sin ironía, en una de las puertas aparece pintado bajo una cruz el siguiente irónico lema: "Aquí yacen los cheyennes".
En ese entorno decadente y vulgar, un tocadiscos de la marca Dual, adquirido en la Base Aérea Americana, reproduce al inicio del guateque música de Los Bravos, Los Canarios o los Rolling Stones.
Avanzada la tarde, a los ritmos frenéticos les suceden otros más cadenciosos.
Los cuerpos se unen y los labios buscan otros labios al compás de melodías como "San Francisco", "Rosas en el mar" o "Mis manos en tu cintura".
Todo un proceso iniciático en el que la grifa, el alcohol y las relaciones sexuales adquieren pleno protagonismo.
Alertada la policia, decide actuar.
El 8 de diciembre de 1968, a las nueve de la noche, se practica una redada, fruto de la cual son detenidos el dueño del Bar Virginia, el propietario de la parcela y treinta y nueve jóvenes. Los varones, de origen obrero, tienen edades comprendidas entre los 17 y los 25 años.
Algunas chicas apenas superan los catorce.
Las muchachas, que pertenecen a familias de clase media acomodada, son entregadas a sus padres, ocultándose su identidad.
No ocurre lo mismo con los chicos. A ellos se les aplica la ley de vagos y maleantes, se les imponen multas y a uno de ellos se le acusa de posesión de estupefacientes.
El jueves 12 de diciembre la noticia se publica en todos los periódicos del país acompañada de una imagen de los detenidos.
Los hechos relatados se incorporan durante meses a las conversaciones cotidianas de los zaragozanos.
Algunos aseguran conocer acontecimientos que se han ocultado a la opinión pública; otros alardean de haber sido protagonistas ocasionales de esas fiestas o de tener amigos que participaron en las mismas.
Lo cierto es que la historia de Los Cheyennes ha permanecido viva en la memoria colectiva de todos los que ya tienen una cierta edad.
Con el desarrollo urbanistico que ha experimentado la ciudad, la vieja parcela de Nuestra Señora de Begoña, lugar de encuentro de aquellos jóvenes airados, ha desaparecido, fagocitada por la moderna Vía Univérsitas.
FUENTES
DOCUMENTALES.
- Diario Baleares. 12 de diciembre de 1968.
- Diario de Burgos. 12 de diciembre de 1968.
- El Noticiero. 12 de diciembre de 1968.
- Nueva Rioja. 12 de diciembre de 1968.
- Diario Pueblo. 12 de diciembre de 1968.
- Artículo digital "El guateque orgiástico que escandalizó a la Zaragoza de los 60 (y también lo haría hoy)". Matías Uribe. Blog la Voz de mi amo. Heraldo de Aragón. 30 de diciembre de 2013.
- Artículo digital "¡Son Cheyennes!". Doctor Peligro. 17 de noviembre de 2015. Web Agente Provocador.
- Artículo digital "Espacio y actitudes, jovénes en busca de la libertad. 1968-1975". Paco Rallo. 30 de abril de 1975. Web Zaragoza Rebelde.
- Artículo digital "Los jóvenes drogados del desarrollo". 21 de noviembre de 2017, actualizado el 16 de enero de 2024. Cáñamo, la revista de la cultura del cannabis.
FOTOGRAFÍAS.
- Plaza del Emperador Carlos e Isabel la Católica. Coyne. AHPZ.
- Tranvia. Gerardo Sancho. 1967. AMZ.
- Cartel celebrando el 50 aniversario de Sgto. Pepper's. Londres. Wiki.
- Bolera. Sharon Ang. Pixabay.
- Carátula de disco de Rocky Kan. Amazon Music.
- Grupo musical zaragozano. Gerardo Sancho. 1969. AMZ.
- Grupo musical Los Pony's. Web de compraventa.
- Grupo musical los Kiowas. Web de compraventa.
- Hombres sentados en una terraza en la plaza de España. Gerardo Sancho. 1964. AMZ.
- Jóvenes en el Café Levante. AMZ.
VIDEOS
- Conozca usted España. Zaragoza es algo más. José Luís Borau. TVE.
- Memoria de España. Capítulo 26: ¡Franco, Franco, Franco!. TVE.
- Inauguración del puente de Santiago. Coyne. AHPZ.
- El Real Zaragoza, campeón de la Copa de 1964. NODO.
- Franco inaugura la fuente luminosa de la plaza Basilio Paraíso. 1961. NODO.
- Inauguración Base Americana de Zaragoza. 1959. Coyne. AHPZ.
- Radio de los años 60. Aron Lach. Pexels.
- Guitarrista. Joshua Ulmann. Pixabay.
- Batería. Estudio Cottonbro. Pexels.
- Banda musical con guitarrista en primer plano. Pietro Henricky. Pexels.
- Barra de bar. Life of fids. Pixabay.
- Chica bailando. Estudio Cottonbro. Pexels.
- Sombra de pareja besándose. Estudio Cottonbro. Pexels.
- Chica fumando. Estudio Cottonbro. Pexels.
- Pareja besándose. Orfeo en el campo de batalla. José Antonio Maenza. 1969.
IMÁGENES DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL CREADAS CON:
- Pixverse.
- ChatGPT.
RESTO DE VÍDEOS.
Mario Maganto Berdejo.
MÚSICA.
- Mourning Dove. Zachariah Hickman. Youtube.
- River Blues. TrackTribe. Youtube
- Lovely Piano Song. Freepd. Youtube.
- Dogtown. National Sweetheart. Youtube.
TEXTO Y EDICIÓN.
Mario Maganto Berdejo.
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